Salou años 90… Cada verano, los zaragozanos y zaragozanas llenábamos de alegría los bares de la ciudad playera. Camareros, relaciones públicas y clientes, casi todos maños, bailábamos hasta más allá del amanecer, primero en Teatre, Pachito, Tutut, el Crema, los slamers… después en Flash Back o La Cage de Medrano, para acabar, hambrientos, devorando un bocadillo de todo lo imaginable en el “No Name”.
La revista Akí Zaragoza también se desplazó aquellos años 90 a Salou. Queríamos captar sus noches mágicas, su ambiente divertido y cercano, sus discotecas con terrazas bajo las estrellas. Recuperamos akí un artículo que publicamos en la época y que nos invita a soñar con aquellos veranos ya lejanos que marcaron nuestra juventud.
Salou años 90
Futuro, presente y nostalgia. (Verano 1995)
Nuestros más apreciados colaboradores zaragozanos en Salou (Quique, Manolo, Billy y Miguel Ángel) nos elaboraron una “agenda de curiosidades” imprescindible para todo intrépido viajero que desee pasar sus vacaciones “on the beach”. Si tú eres uno de ellos, akí te pasamos una copia de la guía en tamaño “bolsillo”, muy útil para llevarla siempre encima.
Todo lo que usted debería saber antes de internarse en Salou (años 90)
1. Los contactos.
Lo primero es diferenciar a la gente. Hay de dos tipos:
- Los guiris o matraquetes, que akí llamaremos no habituales.
- El producto nacional, en su mayor parte de Zaragoza.
La noche empieza por el paseo para la gente no habitual. Allí los llenan de tarjetas para hacer colección. Para atraer a los extranjeros a las discotecas a primera hora de la noche, utilizan mil métodos de márketing barato: “2×1”, “entrada gratis hasta las 12,30”…
La gente nacional se mueve por bares hasta que cierran, y van a la discoteca de cuatro a siete u ocho de la mañana. El año pasado resurgió una nueva fórmula para mover a la gente hacia las discotecas, ya que durante los años anteriores se había seguido el lema: “dureza en la puerta!”. Y su exponente máximo, Manolo el de la Cage (de Medrano), la gente lo veía y ya se metía la mano en el bolsillo. Era uno de los más temidos. Ya podías preguntar por su madre, tía o abuela. Daba igual, ¡a pagar! Ahora la fórmula es dar a la gente de los bares pases Vip´s para poder entrar, mediante relaciones públicas.
2. Los relaciones públicas.
Son chicos guapos, simpáticos y con don de gentes. La última hornada se ha formado en la marcha nocturna de su ciudad, y al llegar el verano trabajan en su lugar habitual de veraneo. Generalmente reparten, en los pubs, tarjetas firmadas por la disco, aunque a veces recurren a cualquier papel, incluso el higiénico, con frases tales como ésta: “Fulanito, déjales pasar que son ocho”. Son especímenes en búsqueda, ya que la gente nacional no tiene muy claro lo de pagar la entrada en una disco.
3. Los sitios de moda
- Primera parte: de 1 a 4 de la madrugada. Los bares.
El boom de los bares de la calle Carles Buigas y adyacentes fue en el 92, con la apertura de Pachito y Teatre, donde se concentró ese verano la gente de Zaragoza y arrastró consigo a madrileños y otras especies… Sigue leyendo en: