Durante la época estival también es habitual viajar de camping. A pesar del paso de los años, sigue siendo una práctica familiar, económica y que respeta al medio ambiente. No obstante, para que sean unas vacaciones inolvidables hay que tomar precauciones:
• Comprobar con antelación que las tiendas de campaña, encargadas de la protección y seguridad de quienes van a dormir en ellas, están en perfecto estado.
• No acampar en zonas prohibidas. Existen áreas habilitadas que cuentan con instalaciones adecuadas, así como la supervisión y seguridad de las autoridades.
• Montar la tienda de campaña en un terreno preferiblemente plano, alejada del mar u orilla del río, y nunca debajo de algo que pueda desprenderse, como por ejemplo los árboles. Hay que tener en cuenta el viento y levantar el campamento en contra de él, para protegerse del mismo y evitar que se vuele la tienda.
• Intentar no hacer fogatas, ya que podría causar un incendio. Para ello, es mejor llevar una cocina de gas portátil. Si se opta finalmente por encender una hoguera, es indispensable que esté alejada de las tiendas y vegetación seca.
• Estar preparado para un plan B: llevar un botiquín de primeros auxilios, un generador para cargar la batería del móvil, una brújula y un mapa o GPS.
• Cuando termine la estancia, meter la basura en una bolsa y tirarla en un lugar habilitado para residuos.
Para Daniel Ramiro, técnico de Servicio de Prevención de TÜV Rheinland España, “a la hora de comenzar un plan de viaje campista, es imprescindible chequear que llevamos todos los elementos necesarios para nuestra estancia, además de verificar el correcto estado de todos ellos”.