Del 16 al 31 de enero 41 establecimientos hosteleros repartidos por las tres provincias aragonesas participarán en Aragón Negro Gastronómico 2018.
· Bares, cafeterías, restaurantes, hoteles y coctelerías han diseñado sus propuestas en torno al género negro, con total libertad de precio y planteamientos.
· En la edición actual se incorpora la Escuela de Hostelería Topi (Zaragoza), y dos restaurantes con una Estrella Michelin, Lillas Pastia (Huesca) y El Batán (Teruel).
La página web oficial del Festival Aragón Negro www.aragonegro.es dará a conocer las propuestas de los participantes.
Algunas de estas atractivas ideas:
Taberna El Broquel nos reta con “Callo Largo”, en honor a una de sus películas favoritas, Cayo Largo, de John Huston, donde todos los actores están atrapados en un lugar donde se enfrentan a un huracán. “Es la metáfora de los callos dentro del canelón y la salsa, que es el mar alrededor”.
Casa Pedro rinde homenaje a Chinatown, el clásico protagonizado por Jack Nicholson, que adopta la forma de un “Ramen de papada ibérica a baja temperatura, elaborado a base de un buen caldo dashi, shiitake y jamón, fideos de trigo, huevo de codorniz y una papada que cocinamos durante 14 horas a 65º”.
Tulú evoca la obra de Hitchcock, Los Pájaros, acompañando un Manhattan con su Huevo con crema de patata y trufa, “simulando un nido con pájaros comestibles de harina de arroz y tinta de calamar”.
Aragonia Palafox nos anima a descubrir las referencias gastronómicas existentes en las novelas del escritor cubano Leonardo Padura. “Las acompañaremos de los párrafos donde se hace mención a cada plato para que las personas que vengan y elijan este menú puedan tener una referencia del libro”. De este modo, con el título “Las Cuatro Estaciones de Leonardo Padura” presentan su adaptación de las reseñas gastronómicas de quien recibirá el Premio de Honor de la V edición del Festival.
El Méli Mélo y el Méli del Tubo continúan, por segundo año consecutivo, con su personal homenaje a Manuel Vázquez Montalbán y a su detective favorito, Pepe Carvalho, versionando uno de los platos que aparecen en su gran libro de recetas. Acompañado, por supuesto, de un Cóctel Criminal.
Cafetería San Siro se inspira en la película Círculo Rojo para elaborar un plato de Carbón de lomo de vaca con crujiente de yuca sobre círculo de curry rojo de Jaypur.
La Parrilla de Albarracín y Albarracín + han diseñado un menú, con posibilidad de solicitar platos sueltos, sembrado de referencias cinematográficas como “Ángeles con caras sucias”, “Chinatown”, “Perdición” o “Casablanca”.
El Restaurante El Patio rescata del olvido a un título español de Florián Rey, “La Aldea Maldita” . Esta obra del 1930 adopta la forma de una Sopa Castellana, Migas con chorizo, panceta y pimientos verdes, Cochinillo con patatas a la importancia, y Florones con natillas al azafrán.
Lillas Pastia se inspira en la obra de Läckberg, Tormenta de nieve y aroma de almendras, para ofrecernos una Ventresca de Atún con aroma de almendras amargas. Kanguro Truchero se decanta por Don Winslow, que “pone contexto a nuestra propuesta gastronómica compuesta por una degustación de tres platos, basados cada uno de ellos en uno de sus libros. Por ejemplo, el plato Una Margarita en Invierto, “nos sugiere el dulce amargor de El Invierno de Frankie Machine. Una historia que transcurre en la Baja California (EE.UU.), entre bares de copas y restaurantes italoamericanos o mejicanos. Con este libro proponemos un plato de dos elementos, un cóctel y una tapa: un margarita al más puro estilo de Tijuana y unas gambas flambeadas (plato predilecto de Frankie)”.
El Principal ha diseñado un menú lleno de guiños como la Bullabesa con Ruille, del Comisario Maigret; los Buñuelos de sesos a la nizarda, de El Silencio de los corderos; un Capeleti de gambas con almejas, de Bruneti; o un Sandwich de lubina, pomelo rosa con nioca de frutos secos y pasas, de la Brasserie de Maigret.
Crece la oferta de coctelería…
El Méli Mélo nos sugiere un Singapore Sling, cóctel por el que Pepe Carvalho siente un deseo irrefrenable, en su aventura Los pájaros de Bangkok , que le motiva a viajar a Singapur con el único deseo de tomarse uno.
El 35 Gin Club nos sorprende con un “Cóctel Misterioso 35”, compuesto por vino Blanco Idrias, clara de huevo, gin, albahaca, manzana verde, limón.
El Restaurante Saborea interacciona con el cliente de la mano del Black Mojito. Servido en copa de Vino Tinto, unas piezas de hielo seco, acompañada de 3 vasitos con las medidas de las bebidas.
A Copa Puesta, el espacio de cocteleria del restaurante A Mesa Puesta, nos propone un cóctel de vino Idrias que juega con el Mojito y la Sangría, ambos versionados y fusionados. El resultado es una base de menta, lima y azúcar, junto al vino rosado de Idrias, Ponche Caballero, brandy, soda y zumo de piña. Su segunda propuesta es un cóctel basado en La Dalia Negra. La novela pasa a ser vodka negro, vino rosado Idrias, Drambuie, y una nata semi montada de Thunder Bitch (whisky canadiense especiado).
Cenas espectáculo:
Bajo el título de El Suceso, el restaurante El Origen celebra dos cenas espectáculo, los jueves 18 y 25 de enero. Los comensales asistirán a un inesperado asesinato, mientras degustan platos con títulos tan estremecedores como Profanación de una Trufa, Arroz del Cinca en la sombra, Calamar entre rejas y su alioli, Guiso de Esturión del Grado, con vino tinto y Enterrados vivos; Entraña sangrienta, su corazón palpitante y jugo oscuro; Homicidio de chocolate.
Montal anuncia una “cena con asesinato” prevista para el 25 de enero. Es la tercera vez que realizan el evento, muy recomendable para quien todavía no haya tenido la ocasión de vivirlo. Se trata de, en una misma velada, combinar: Espectáculo, juego y gastronomía. “En este caso cambiamos la trama del espectáculo y deberemos resolver el caso de asesinato Expediente 1181. Tres serán las incógnitas a desvelar: ¿Quién?, ¿Cómo? y ¿Por qué?” Entre plato y plato, los participantes podrán observar la escena del crimen, interrogar a los sospechosos, y deberán encontrar las pistas para desenmascarar al verdadero asesino del Sr. Monroe.
El director de Festival Aragón Negro (FAN), Juan Bolea, y el coordinador de Aragón Negro Gastronómico, Arturo Gastón, han presentado Aragón Negro Gastronómico 2018, una iniciativa englobada en el Festival, que tendrá lugar entre el 16 y el 31 de enero, en 41 establecimientos hosteleros de las tres provincias aragonesas.
El restaurante de la Escuela de Hostelería TOPI se ha transformado en un singular ‘club clandestino’ con acceso a la prensa, donde se ha podido disfrutar de su menú inspirado en el género negro.
El acto ha estado presidido por José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón; Jorge Marqueta, gerente de Turismo Aragón; José Antonio Briz, director general de Bodega Idrias; Domingo Mancho, presidente de la Asociación de Cocineros de Aragón; y Juan Bolea, director del Festival Aragón Negro.
El periodista gastronómico y coordinador de Aragón Negro Gastronómico, Arturo Gastón, se ha encargado de seleccionar, informar y coordinar a los establecimientos hosteleros participantes. Gastón ha dado a conocer a los medios el resultado de la actual edición de esta iniciativa gastronómica. Los 41 establecimientos hosteleros de las tres provincias aragonesas ofrecerán sus propuestas con libertad de precio y planteamientos muy diversos. Adaptaciones, homenajes o juegos en forma de cóctel, tapa, bocadillo, plato y menú, siempre inspirados por la literatura y el cine del género negro.
Aragón Negro Gastronómico cuenta con el patrocinio del Gobierno de Aragón, a través del Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, Turismo Aragón, Bodega Idrias, y la colaboración de las sedes del festival y de la Asociación de Cocineros de Aragón.
Uno de los objetivos de Aragón Negro Gastronómico es dotar al sector hostelero de contenidos atractivos, novedosos, originales, y generar nuevos argumentos que permitan dinamizar los negocios en unas fechas de baja actividad y afluencia de público.
Así lo han entendido, un año más, los empresarios que se han sumado al proyecto, trasladando sus muestras de agradecimiento a la organización del Festival, dado que las ventas descienden notablemente tras el periodo vacacional de las navidades.
El Festival Aragón Negro reta al hostelero a “emplatar” el género negro, a introducirlo en pucheros y fogones como un ingrediente más. Lo hace particularmente en su versión literaria y cinematográfica, pero su espectro se está extendiendo a otros géneros: el terror, la fantasía, la tensión psicológica, la ciencia-ficción. De este modo, la gastronomía y la coctelería se estrechan la mano con la literatura,el cine, el teatro, la fotografía, la música, el cómic y una larga serie de disciplinas artísticas, entre las que no podía faltar la motivación e ingenio de los establecimientos hosteleros aragoneses.